jueves, 31 de octubre de 2013

Primer año como vegetariano


Hoy hace un año que tomé la decisión de empezar con una dieta ovolactovegetariana y 365 días después creo ya estoy en condiciones para hacer balance y sacar mis propias conclusiones. Antes de nada, me gustaría decir que me alegro mucho de haber tomado esta decisión y que la considero una de las más acertadas y enriquecedoras que he tomado últimamente, ya que no sólo me ha permitido alimentarme correctamente sino que he aprendido cosas muy interesantes y he descubierto una gran cantidad de alimentos.

La primera (y quizás la más importante) conclusión a la que he llegado es que este tipo de alimentación es perfectamente compatible con el triatlón de larga distancia. Esta era quizás la duda más grande que tenía cuando empecé porque no es ningún secreto que este deporte supone un gran desgaste físico. Pues bien, lejos de resentirme, he notado que mis tiempos de recuperación se han reducido y a lo largo del año no he tenido ni una lesión muscular. Supongo que no todo será por la alimentación (tampoco vayamos a pensar que es milagrosa) y la adaptación progresiva a estos volumenes habrá tenido también mucho que ver, pero es así. Pero además de esta sensación (porque no deja de ser una sensación), también tengo datos objetivos para defender que estoy bien y que no tengo ninguna carencia. El mes pasado, un par de semanas antes del Challenge, me hice una analítica y los resultados fueron mucho mejores que hace poco más de un año. Me ha bajado el colesterol malo (LDL), me ha subido el bueno (HDL), tengo los triglicéridos por los suelos, un nivel de azúcar en sangre muy bajo,... y ningún síntoma de un posible déficit de hierro (esto último era quizás lo que más me preocupaba como deportista).

Otra cosa que quiero destacar es que cuando empecé con esto, la idea era seguir una dieta ovolactovegetariana pero poco a poco me estoy acercándo más al veganismo. He suprimido casi al 100% los productos lácteos, tomándolos sólo fuera de casa y en contadas ocasiones, cuando no tengo otras alternativas. En cuanto a los huevos, no los he eliminado del todo pero como sólo de vez en cuando y en casa siempre ecológicos. Fuera de casa ya es otra historia. Lo que sí consumo casi a diario es miel, y de momento no tengo intención de suprimirla.

A nivel social, no me quejo. Era una de las preocupaciones que tenía al empezar, pero no ha sido tan difícil como pensaba y mi entorno se acostumbró bastante rápido a esta "peculiaridad" mía. Al principio costó un poco y de vez en cuando aún hay quien se sorprende y pregunta ¿por qué?, pero en general muy bien.

En cuanto a mi alimentación, sigo más o menos con lo que escribí en esta entrada de principios de año, aunque he suprimido el seitán. No me sentaba mal pero eso de comer gluten concentrado tampoco me hacía especial gracia. Además, con cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas consigo todas las proteínas necesarias. 

Otra pregunta que me hace mucha gente es si no echo de menos comer algunas cosas. Sinceramente, la respuesta es no. Creo que a estas alturas se sigue pensando que los vegetarianos se alimentan a base de lechuga y poco más cuando en realidad yo, a día de hoy, como mucho más variado de lo que comía antes, así que ni siento necesidad de comer otras cosas ni me aburro con lo que como, ya que dispongo de un grandísimo abanico de posibilidades que me hacen disfrutar de la comida.


En fin, un año después de iniciar esta especie de "experimento", puedo afirmar que ya soy un vegetariano convencido (en todos los sentidos) y que esto ha dejado de ser una prueba para convertirse en un estilo de vida saludable con el que me siento muy a gusto. Y digo en todos los sentidos porque tampoco se pueden dejar de lado las cuestiones morales y ecológicas. Reconozco que no empecé con esto por el hecho de evitar el maltrato y la crueldad animal (tema complicado), pero hoy me siento muy a gusto de colaborar con esta causa y tengo la conciencia muy tranquila de saber que he dejado de ser "cómplice" (por llamarlo de alguna manera) de las barbaridades que se cometen día tras día contra millones de animales cuando está más que comprobado que todo ello es innecesario. Termino con una frase de Paul McCartney que dice: "Si los mataderos tuvieran paredes de cristal, todo el mundo sería vegetariano" y con un video curioso de un niño con las ideas muy claras desde bien pequeño. Recomendado.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Objetivo Ironcat: Semana 1/29

Como dije en mi anterior entrada, ya estoy de vuelta con los entrenos. Primera de las 29 semanas con vistas al Ironcat completada que me deja muy buenas sensaciones en todos los sentidos, aunque lo más importante sin ninguna duda es que me encuentro bien físicamente y que no tengo ninguna molestia. No lo diré muy alto por si acaso pero parece el Challenge no me ha pasado factura en forma de lesiones. Sólo con eso, ya es para estar más que contento. Es verdad que después de dos semanas de parón el cuerpo se “desacostumbra” rápido y cuesta un poco volver a arrancar, pero por lo demás no me puedo quejar de cómo me he adaptado a lo largo de la semana, yendo de menos a más.

En cuanto al entreno, decir que esta semana de arranque o de transición (a la espera de empezar a entrenar a las órdenes de Óscar) no ha sido especialmente dura. Como es lógico, no he empezado a lo loco y decidí tomar como ejemplo el programa del libro “Atletas de Hierro” de Don Fink, teniendo cuidado de no pasarme demasiado durante estos primeros días y sin añadir gran cosa por mi cuenta. En total me han salido algo más de nueve horas y media aunque es cierto que varias han sido encerrado en el gimnasio haciendo trabajo de fuerza. No es lo más divertido pero como siempre a estas alturas de la temporada, es lo que toca.

Mi primera semana de entrenamiento ha quedado así:

Lunes 21/10.- Empecé con un calentamiento de 15’ de carrera muy suave en la cinta en el que hice 3,03 km seguido de 60’ de gimnasio. Para terminar, volví a la piscina después de varias semanas sin pisarla y nadé 1.000 metros muy suaves en 20’02”.

Martes 22/10.- Rodaje de 35’38” por el bosque para correr 7,33 km a ritmo de 4’52”/km y después 2.500 metros en la piscina en 48’29”. El entreno de natación se compuso de 300 metros de calentamiento, 8x50m de técnica, 16x25m fuertes (rec. 10”), 1x400m (rec. 60”), otros 16x25m fuertes (rec. 10”), 8x50m de técnica y 200 metros de enfriamiento. Creo que nunca había hecho un entreno así en la piscina. Acabé bastante cansado (a la par que satisfecho) y pensando que este es el camino para empezar a mejorar en el agua, mi gran punto débil.

Miércoles 23/10.- Tarde un poco estresante que empezó después de comer con 10’ de calentamiento en la elíptica y 55’ de gimnasio. Después, ya en casa, entreno de transición con 30’04” de rodillo para hacer 17,02 km a 34 km/h de media seguido de 16’44” de carrera a pie para hacer 3,98 km a un ritmo de 4’12”/km. No tenía la intención de correr tan rápido pero después del rodillo las piernas me iban solas. Una sensación curiosa.

Jueves 24/10.- Sesión de rodillo de 30’03” con un desarrollo fácil y buscando siempre una cadencia superior a las 100 rpm. Al final me salieron 13,44 km a 26,8 km/h y una cadencia media de 102 rpm. Objetivo cumplido. Después, vuelta a la piscina, esta vez para hacer otros 2.500 metros en 49’41”. El entreno se compuso de 300 metros de calentamiento, 8x50m de técnica, 1x300m (rec. 40”), 3x200m (rec. 30”), 1x300m (rec. 30”), 8x50m de técnica y 200 metros de enfriamiento.

Viernes 25/10.- Rodaje a pie de 45’29” para hacer 10,23 km a 4’27”/km. Después del rodaje, hice 5 series subiendo y bajando 96 escaleras.

Sábado 26/10.- Después de muchos días sin tocarla (la echaba de menos!), volví a hacer una salida en bici de carretera con la Transition. La verdad es que la tenía olvidada y después del Challenge ni siquiera me había preocupado de limpiarla un poco, con lo que aún estaba con algo de barro y la pegatina del dorsal medio desecha a causa de la lluvia que nos cayó aquel día. Después de limpiarla un poco, salí a rodar tranquilo durante 1h32’53” para hacer 47,42 km a una media de 30,6 km/h. Mejores sensaciones en la segunda mitad del entreno pero en general me lo pasé bien.

Domingo 27/10.- Para despedir la semana, otra sesión a pie de 1h00’06” para correr 13,22 km a un ritmo medio de 4’33”/km, haciendo más de la mitad del entreno por caminos de tierra. Rodaje muy entretenido.

Pues esta ha sido mi semana de regreso al entreno. De momento todo en su sitio y con ganas de más, de mucho más.

jueves, 24 de octubre de 2013

En marcha la temporada 2013-14

Dos semanas de descanso (no absoluto pero casi) me han bastado para recuperarme físicamente del Challenge y prepararme psicológicamente para empezar con más ganas e ilusión que nunca esta temporada 2013-2014, donde el objetivo principal será otro triatlón de larga distancia en el que intentaré mejorar el tiempo de Calella. La verdad es que las opciones eran bien pocas y sólo tenía la duda entre el Triatlón de Vitoria (13 de julio) o el Ironcat de l'Ampolla (10 de mayo). En un principio tenía claro hacer el Ironcat (lo tengo casi al lado de casa) pero hablando con Eric me picó el gusanillo de Vitoria. Total, cuando ya estaba convencido y animado de ir a Vitoria siendo consciente que el Ironcat siempre lo voy a tener más a mano, resulta que me será imposible por un compromiso familiar (boda). Por lo menos de esta forma ha sido más fácil decidirse y la competición "estrella" de la temporada será el XI Ironcat del próximo 10 de mayo de 2014. Principalmente creo que será mejor por un par de aspectos. Primero, el económico. Aunque el precio de la inscripción es similar, no es lo mismo desplazarse a Vitoria y pasar dos o tres noches fuera de casa que ir a l'Ampolla, como he dicho antes, muy cerca de casa. Y, segundo, el temporal. Hacer la competición más importante del año en mayo me permitirá tomarme el resto de la temporada con más tranquilidad y competir según lo que me apetezca, ahorrándome las grandes palizas que me metí este verano pasado. En definitiva, creo que me vendrá bien. 


Decidida la competición, ahora toca ponerse manos a la obra y lo primero que hay que saber es como voy a afrontar la temporada. Después de que el que ha sido mi entrenador hasta ahora dejara el club pensé en ir por libre basando mi entreno en diferentes planes que tengo y en la propia experiencia (que sinceramente, no es mucha), pero finalmente y gracias a las facilidades que me ha dado el club, a partir de la semana que viene empezaré a entrenar a las órdenes de Òscar Rubio (www.usktim.com), un entrenador muy experimentado con el que seguro que aprenderé mucho. Desde luego, no es lo mismo ceñirse a un plan preestablecido (y siempre orientativo) que tener un entrenamiento personalizado donde se tienen en cuenta las virtudes y las carencias de cada uno. En la primera conversación con él ha quedado clara una cosa, hay que mejorar mucho la natación y en eso nos centraremos. A ver si lo conseguimos.

Por lo demás, ya llevo tres días entrenando (a mi aire) y de momento estoy contento aunque algo dolorido por las sesiones de gimnasio. Al principio siempre cuesta un poco arrancar y volver a acostumbrar al cuerpo pero en general no me quejo de las sensaciones que estoy teniendo. La próxima semana ya contaré como me ha ido esta primera toma de contacto con los entrenamientos.

lunes, 21 de octubre de 2013

Tercer aniversario del blog


Tal día como hoy pero de hace ya hace tres años me decidí a crear este blog y escribí mi primera entrada. Puede que ya lo haya dicho en alguna ocasión pero aquel día no me podía haber imaginado que deportivamente llegaría a conseguir todo lo que he conseguido a día de hoy (aunque esa era la idea que tenía en la cabeza) ni que este pequeño espacio tendría la aceptación que tiene. Tres años después, sólo puedo decir que sin ninguna duda estoy en el momento más feliz de mi vida, que me encanta compartir parte de esta felicidad con todos vosotr@s y que estoy muy orgulloso de haber creado este blog. Sé que a la mayoría os cuesta comentar las entradas y que es más cómodo y más rápido poner un comentario o un "me gusta" en facebook, pero a juzgar por las visitas recibidas (unas 30.000 este último año) sé que mucha gente lo visita y eso me basta. A tod@s, como siempre, muchas gracias por estar (o seguir) ahí! Durante el próximo año espero seguir escribiendo más y mejores entradas y entrenando y compitiendo con la misma ilusión que ahora.

jueves, 17 de octubre de 2013

El Challenge Barcelona Maresme en El Vallenc

Para terminar ya con todo el material relacionado con el Challenge Barcelona Maresme, del que guardaré por siempre el mejor de los recuerdos posibles, y empezar a mirar ya al futuro, hoy os dejo la crónica que salió en "El Vallenc" el pasado viernes 11 de octubre de 2013. Muchas gracias al club y al periódico por la publicación.

miércoles, 16 de octubre de 2013

El camino hacia el Challenge, en números

Llevaba ya unos días pensando sobre escribir esta entrada y al final me he decidido. En ella simplemente pretendo mostrar el resumen de todo el entreno que he seguido durante estos diez últimos meses, exactamente desde el 10 de diciembre de 2012 hasta el 6 de octubre de 2013, y que me llevó a terminar (decentemente) el Challenge Barcelona Maresme. En el cuadro que ahora mostraré se pueden ver las distancias recorridas en cada disciplina (semanal y total), los minutos de gimnasio (han sido menos de lo que deberían) y las horas semanales y totales que le he dedicado a este reto. En general, creo que son unos buenos números para tener como referencia (ha quedado demostrado que suficientes para terminar en condiciones un triatlón de Larga Distancia) pero de no ser por las molestias en el pie al inicio (corrí muy poco), del accidente en bici en el mes de febrero y de las molestias en el talón de Aquiles allá por el mes de abril, mejorarían bastante. Para los "enamorados" de las estadísticas, aquí van:


Una semana y media después de terminar el Challenge, aparte de seguir muy feliz y de estar aprovechando estos días para descansar y recuperarme bien, ya voy pensando en la próxima aventura en la que embarcarme. No lo tengo decidido al 100% pero casi. Lo que sí que tengo decidido es que a partir del lunes 21 de octubre vuelvo a la carga con más ganas que nunca de hacer las cosas bien y mejorar. Veremos como va la cosa ahora que yo seré mi propio entrenador.

jueves, 10 de octubre de 2013

Crónica Challenge Barcelona Maresme (Cto. de España de LD)

No se me ocurre ninguna forma mejor de empezar esta crónica que con una frase de George Sheehan (cardiólogo, escritor y corredor, no sé muy bien en que orden) que dice: “Ya tengo mi héroe: soy yo”. Quizás suena un poco pretencioso, pero no es así. No me estoy refieriendo a esos héroes de película que salvan al mundo contínuamente, sino a otro tipo de héroes, esos a los que se hace referencia aquí (echádle un vistazo, vale la pena leerlo y seguro que muchos os sentís identificados), que luchan y se esfuerzan por conseguir los retos que se proponen, que compaginan sus entrenamientos con ocho o nueve horas de jornada laboral y que pierden horas de sueño y de estar con los suyos a cambio de perseguir una ilusión que les mantiene muy vivos. A este tipo de héroes me estoy refiriendo y dentro de los cuales, humildemente, considero que ya me encuentro yo. Terminar un triatlón de larga distancia implica muchas cosas que el día de la carrera, desde fuera, ni se ven ni se piensan, pero todos y cada uno de los participantes lleva consigo un montón de esfuerzo, de sacrificios, de temores, de dudas... que tienen su recompensa cuando consigues cruzar el arco de meta. Ese es el momento en el que todo lo que has tenido que sacrificar cobra algo de sentido y cuando consideras que ha valido la pena hacerlo porque realmente te sientes alguien especial. Con esta pequeña introducción y antes de empezar a explicar lo que dio de sí el Challenge, quiero aprovechar para dar la enhorabuena a todas aquellas personas que el domingo consiguieron finalizar la prueba y, además, mandar un mensaje de ánimo a los familiares del triatleta que falleció a los pocos minutos de empezar a nadar. 

El domingo el día empezó pronto, concretamente a las cinco y media de la mañana. Estaba despierto desde un rato antes (después de tener alguna que otra pesadilla relacionada con el estado del mar) pero hasta esa hora no me levanté a desayunar. Comí lo de casi siempre, un plátano, leche de avena con 226ERS Recovery de chocolate y muesli y, esta vez, una rebanada de pan integral con membrillo. No tenía demasiada hambre y me costó comer tanto, pero hice el esfuerzo. Después del desayuno, paseo con Arancha, Sara y Laura hasta el bike park para revisarlo todo y dejar cinco barritas, varias cápsulas de sales minerales y un par de bidones con 226ERS Energy Drink en la bici y varios geles en la bolsa de correr. Ahora sí que ya lo tenía todo listo, sólo faltaba dar otro paseo hasta el lugar de salida. De camino, pudimos disfrutar de un bonito amanecer, aunque yo estaba bastante más pendiente de como estaba el mar que de otra cosa. Estaba en calma y apenas hacía viento, así que parecía (luego no fue así) que la natación no sería tan complicada como se podía pensar un par de días antes.


Llegamos a la zona de salida con tiempo. Sobre las ocho y diez empecé a ponerme el neopreno. Esos últimos minutos antes de empezar se me pasaron volando y sin apenas darme cuenta llegó la hora, me despedí de Arancha, Sara y Laura y me fui a mi salida con los GG.EE 30-34. Una vez allí metido se me pasaron los nervios. En esos momentos me dio por pensar en lo que estaba a punto de hacer. Tenía 226 kilómetros por delante, había entrenado mucho para hacerlos y por fin había llegado el momento, así que lo principal era disfrutar de una carrera y de una distancia verdaderamente especiales. Al sonar la bocina, todos al agua. Yo me coloqué en la parte de dentro para intentar no hacer más metros de la cuenta y tomar el primer giro a la derecha lo más pegado a la boya posible. Fue una buena salida, apenas hubo golpes y por suerte no tuve ningún problema, sólo algún que otro pequeño atasco en el primer giro pero nada más. Los primeros metros fueron cómodos, aunque la cosa se complicó en la primera recta relativamente larga, de unos 850 metros. Ahí eché en falta más boyas de referencia y me fui guiando más por los nadadores que tenía a mi alrededor que por lo que yo veía. Pero todavía quedaba lo peor, la gran recta de 2.350 metros donde aparte de haber pocas referencias, tuvimos corriente en contra. Me costó nadar y, por los comentarios que he visto hasta ahora, no fui el único. Me lo tomé con calma pero se me hizo muy largo y la deseada última boya donde dar el giro hacia la playa no llegaba nunca. Tenía pensado salir sobre la hora y cuarto pero al final salí del agua en 1h22'21" y, según el Garmin, nadé 4,15km. No lo consideré grave ni le di más importancia pero seguro que en otras condiciones se podría haber hecho algo mejor. Lo que está claro es lo que digo siempre, en la natación tengo que mejorar bastante no, mucho!




Al salir del agua, con tanta gente a los dos lados del pasillo que daba a la T1 no vi a nadie, y eso que Arancha se había metido dentro del agua para hacer fotos. Hice la transición tranquilo (en algo menos de seis minutos), ya que no era un buen día para tener ninguna prisa. De camino hacia la bici vi a Alfons, que se había acercado a Calella para, por lo menos, ver el principio de la carrera y darme ánimos. Me alegró verle, fue un bonito detalle. Muchas gracias company! Ahora llegaba el turno de la bici, con 180 largos kilómetros por recorrer. Mi idea era no forzar demasiado, aprovechar que el recorrido no era excesivamente difícil y reservar energías para la carrera a pie. Durante los primeros metros, aún por las calles de Calella y antes de coger la N-II, me llevé otra grata sorpresa al ver a Eli y a Anna con Arancha, Sara y Laura y escuchar a Òscar como animaba. La verdad es que no me esperaba que subieran a verme, y menos teniendo en cuenta que Òscar había trabajado de noche. Qué alegría! Una vez metidos en la N-II, comencé rodando muy cómodo (quizás demasiado), viendo como me adelantaba más gente de la que adelantaba yo. No me preocupé porque enseguida vi que la velocidad que llevaba era más o menos la esperada, pero aún así eso me da una idea de que aún tengo mucho por mejorar en bici. Terminé la primera vuelta de 75 km en aproximadamente 2h10' y a una media de 33,9 km/h. Ya en la rotonda de Calella donde dábamos la vuelta para empezar la segunda vuelta, volví a ver a todo el grupo animando y a mis padres, pero no a mi hermano que también hizo el esfuerzo de subir un rato. En esta segunda vuelta, ya con algo de viento en contra, mi ritmo empezó a resentirse un poco. No me sentía cansado pero empecé a darle vueltas a la cabeza al ver que no podía mantener el ritmo de la primera vuelta. Fui tomando las sales y bebiendo y comiendo todo lo previsto, pero no me terminaba de sentir bien. Paradójicamente, lo que más me espabiló en ese momento fue la lluvia que empezó a caer casi terminando esta segunda vuelta. Al principio sólo fueron cuatro gotas pero poco a poco esas cuatro gotas se convirtieron en un diluvio, especialmente durante la tercera vuelta de 30 km. Supongo que a mí, igual que a todos, la lluvia nos restó algo de velocidad pero a cambio me dio ánimos, hizo que dejara de darle vueltas al coco y, en algún momento, hasta hizo que volviera a disfrutar como un crío atravesando los charcos que se habían formado en la carretera y salpicando y mojándome todo lo que pude. Sinceramente, durante esa hora y pico de lluvia me divertí bastante. Eso sí, menos mal que había tenido en cuenta esta más que posible lluvia y me había puesto ropa de recambio para correr. Al final terminé la bici en 5h29'49" y a una media de 32,6 km/h. Al llegar a boxes y apoyar los pies en el suelo, me llevé el que fue, probablemente, el único susto de toda la carrera. Apenas podía caminar del dolor que sentía en la parte externa del pie izquierdo. Fui caminando como pude hasta la T2, donde me cambié completamente de ropa, estiré bien el pie y, al cabo de unos diez minutos, empezaba a correr sin ningún tipo de dolor. Menos mal!




Llegaba el turno de volverse a enfrentar, más de dos años después, a los mágicos 42 kilómetros del maratón. Empecé muy suelto, corriendo tranquilo alrededor de 4'30"/km sin notar un esfuerzo demasiado grande. En el tercer kilómetro hice una parada para mear en uno de los baños de la organización porque ya no podía más. Después de más de siete horas de carrera sin parar, creo que ya iba siendo hora. A diferencia de otras veces (supongo que porque el ritmo era menos exigente de lo habitual) los primeros kilómetros se me pasaron bastante rápidos. No se me pasó por la cabeza forzar un poco más porque sabía que en un momento o en otro el esfuerzo pasaría factura y prefería dosificarme de antemano. Así, hasta el kilómetro doce aguanté a un ritmo bastante aceptable y, a partir de ahí, justo al empezar la segunda vuelta, ya empecé a darme cuenta que mis piernas no estaban para correr tan "rápido" y que me tocaría adaptar mi ritmo al cansancio acumulado. Seguramente la vuelta en que peor lo pasé tanto física como psicológicamente fue la segunda. Era consciente que me quedaban aún muchos kilómetros por correr (más de la mitad) y mi ritmo tampoco era el que esperaba en mis cálculos (a esas alturas ya estaba corriendo por encima de los 5'/km). Esa pequeña "crisis" quedó superada cuando decidí que había llegado el momento de aceptar la nueva situación y adaptarme corriendo al ritmo que me pidiera el cuerpo sin exigirle más de la cuenta. En esa negociación conmigo mismo también decidí que no pararía a caminar en ningún momento excepto en los avituallamientos (cada 3 km más o menos), donde aprovecharía para tomar lo que necesitara con calma y si hacía falta, caminaría. Y así fue. A partir de esa decisión (o adaptación forzosa al medio), los kilómetros fueron cayendo muy rápidos sin sufrir apenas desgaste. Pasado el ecuador del maratón y viendo el panorama que había (con gente vomitando, incapaces de correr por problemas musculares, tumbados en algún tramo de césped o en cualquier banco,...) pensé que yo no podía quejarme de nada. Me sentía muy bien corriendo a ese ritmo, iba cómodo, con la cabeza fría, sin agobios, sin prisas, sin molestias de ningún tipo,...sólo ese cansancio (lógico) que me impedía (o me desaconsejaba) correr algo más rápido, pero nada más. A esas alturas de la carrera podía sentirme un afortunado. 

Al pasar por última vez por la zona de meta, justo al empezar la cuarta y última vuelta, Arancha corrió conmigo unos metros para darme ánimos. Para ese entonces ya estaba con la moral por las nubes y sólo me faltó ese pequeño empujón para hacer la última vuelta con una sonrisa en la cara y sabiendo que me quedaban unos pocos minutos para conseguir terminar el Challenge. Creo que nunca en la vida se me han hecho tan cortos unos kilómetros corriendo tan lento. Aún así, en esta cuarta vuelta mi ritmo mejoró algo respecto a la tercera, que fue sin duda la más lenta de todas. Cuando me fui acercando a la meta, ya con pocos metros por recorrer, pensaba en que ya estaba hecho, en que por fin lo había conseguido y que, desde luego, habían valido la pena todos los esfuerzos y sacrificios por poder vivir y sentir en primera persona algo así. Estaba a pocos metros de cruzar la meta de un triatlón de distancia Ironman, algo que no se consigue todos los días y que la gran mayoría de las personas ni se plantean en su vida. Tenía derecho a sentirme especial por unos segundos (aunque los amigos que habían venido a verme y a apoyarme ya me habían hecho sentir el más especial del mundo durante toda la carrera) y los disfruté como nunca. Ya corriendo por la alfombra roja y a falta de los últimos metros para terminar, Arancha se unió a mí y corrimos juntos hasta la meta. Nunca había entrado con ella a meta y fue especial. Ella se merecía tanto como yo algo así porque como he escrito en el comienzo de la crónica, detrás de cada participante hay un montón de cosas que no se ven ni se piensan, y una de esas cosas que a menudo pasa desapercibida es la paciencia y la comprensión que han de tener las parejas de los triatletas (en especial de larga distancia), y más si tenemos en cuenta que la mayoría de nosotros somos "populares" y tenemos un trabajo y un horario con el que cumplir. Al final, el tiempo del maratón fue de 3h41'20".




Cruzamos el arco de meta con un tiempo final de 10h49'24", quedando el 315º en la general de todos los grupos de edad, el 69º de mi grupo de edad y el 30º de mi grupo de edad en el Campeonato de España de Larga Distancia (resultados). No sé si es gran cosa o no, pero para ser el primero me conformo, ya habrá tiempo de pensar como mejorar este tiempo.

Dejo dos videos con nuestra llegada a meta. El primero lo grabó Òscar con su móvil y el segundo es del canal local m1tv.xiptv. No sé porque me deja personalizar el fragmento que me interesa desde la web y cuando lo inserto en el blog sale el video completo. En todo caso, nuestra llegada a meta está entre la 1:28:15 y 1:29:03. 




Y ahora, para terminar, me gustaría intentar dar las gracias como se merecen a todas aquellas personas que hicieron de este pasado 6 de octubre uno de los días más felices de mi vida. No sé si sabré o si podré, pero lo voy a intentar. En primer lugar, muchas gracias a Sara y Laura (y perdón por el madrugón del domingo, entre otras cosas) por compartir con nosotros todo el fin de semana y a Anna, Eli y Òscar por venir a Calella a animar desde primera hora de la mañana, madrugando mucho e incluso sin dormir como Òscar después de haber trabajado toda la noche y volviendo a trabajar la noche después (terminé sobre las ocho de la tarde y a las diez volvía a entrar). La verdad es que no sabéis como agradecí ese gesto ni lo que supuso para mí teneros a todos vosotros a mi lado durante todo el día. Hicisteis de este día algo aún más especial de lo que ya de por sí lo tenía que ser y dudo que en próximas carreras pueda llegar a sentir tanta felicidad. Muchísimas gracias "equipo"!!!



Igualmente, también agradezco a mis padres y a mi hermano que vinieran a darme su apoyo y a compartir conmigo esta gran experiencia y a Alfons, que aunque no pudo quedarse demasiado tiempo, subió a Calella a primera hora para ver el comienzo de la carrera. Muchas gracias también a Javier (mi brother in law), a Eric y a Joan Carles que no se olvidaron de mandarme un whatsapp la noche del viernes para desearme suerte y a todos los que me mandasteis vuestros ánimos antes de la carrera y felicitaciones después a través de facebook. Perdonad que no ponga todos los nombres pero es que fuisteis tantos... Aún así, muchísimas gracias a todos, fue muy bonito sentir tantas muestras de apoyo. Y ahora, dos menciones especiales. Una para Enric, mi fisio, por cuidarme tan bien durante todos estos meses (te debo una foto) y otra para mi entrenador, Jordi, porque después de casi cuatro años ponemos no sé si fin o punto y aparte a nuestra relación entrenador-atleta. De momento deja el club y a partir de ahora veremos que pasa pero no quiero dejar pasar la oportunidad de darle las gracias por todo lo que hemos conseguido juntos, entre lo que destacaría dos maratones, seis triatlones de media distancia y este Challenge. Hace tiempo, cuando se me pasó por la cabeza correr mi primer medio maratón, jamás hubiera pensado que algún día lograría cosas así. Por todo esto, muchas gracias míster!!!

Y como siempre, el agradecimiento más grande para Arancha, que es la que más sufre, aguanta y se sacrifica antes, durante, y después de la carrera. Gracias por todo el cariño, el apoyo y la comprensión que me has dado (como siempre) durante tantos meses de largos entrenamientos, gracias por los esfuerzos el día de la carrera, gracias por las fotos y gracias por haber entrado conmigo a meta. Sin ti no sé si sería posible, lo que sí sé es que no sería lo mismo, aunque yo sé que en el fondo te gusta todo este rollo y lo haces de buena gana...


Ahora sí, ya termino. En los próximos días haré una nueva entrada con más fotos de la carrera, ya que compré el paquete de fotos que hizo la organización y hay algunas muy buenas. 

Una última cosa que quiero compartir con todos vosotros son las palabras que escribió y nos dedicó Sara en su facebook después de haber compartido con nosotros la experiencia del Challenge. Estoy de acuerdo contigo en lo de que el ser humano es extraordinario, lástima que tantas y tantas veces se empeñe en disimularlo... Muchísimas gracias por estas palabras Sara, que grande eres!

martes, 8 de octubre de 2013

Sueño Cumplido: Semana 43/43

Se acabó la temporada y creo que, ni en mis mejores sueños, me imaginaba un final tan feliz. Y no me refiero “sólo” al hecho de haber terminado el Challenge Barcelona Maresme, el gran objetivo de la temporada, en unas buenas condiciones físicas (que también) y en un tiempo decente (me conformo porque es el primero pero soy consciente que aún se puede mejorar mucho), sino a todo lo que sentí y me hicieron sentir muchas personas a lo largo de todo este último fin de semana. Ellas ya saben quien son y, por supuesto, cuando escriba la crónica tendrán un lugar como se merecen en ella, pero quería empezar por aquí porque creo que, después de todo, darles las gracias es lo mínimo que puedo hacer ahora mismo.

En cuanto a esta 43ª y última semana de la temporada, tengo que decir que no fue una semana fácil. Dudas, nervios, preparativos, intentar pensar en todos aquellos pequeños detalles que pueden marcar la diferencia entre terminar o no una carrera,… a falta de desgaste físico, con todos los entrenamientos ya hechos, fueron unos días de bastante desgaste psicológico que fui llevando como pude. Es cierto que una vez pasan estos días los recuerdas como algo bonito, como una experiencia nueva, pero cuando te encuentras metido de lleno en ellos te hacen sentir algo incómodo.

Como decía, durante la semana entrené más bien poco. La idea era guardar todas las fuerzas posibles pensando en el domingo, ir al fisio para un último masaje de descarga, descansar bien, intentar dormir un poco más de lo habitual y comer como hasta ahora lo había venido haciendo. Este es el resumen de la semana:


Lunes 30/09.- Antes del entreno, visita a Enric para que me hiciera un buen masaje de descarga. Me encontró bien muscularmente y me dio muchos ánimos para el domingo. La verdad es que me vino muy bien hablar con él durante ese rato. Después corrí 20’21” suave para hacer 4,41 km a ritmo de 4’37”/km y nadé 1.000m en 18’59”.

Martes 01/10.- Sesión de 30’06” en el rodillo para hacer 14,33 km a una media de 28,6 km/h.

Miércoles 02/10.- Otro rodaje corto a pie de 15’23” para 3,33 km a ritmo de 4’38”/km y otros 1.000 metros muy suaves en la piscina en 19’55”.

Jueves 03/10.- Vuelta al rodillo para hacer 11,24 km en 25’14” (media de 26,7 km/h).

Viernes 04/10.- Descanso y viaje a Calella nada más comer. Día desapacible, lluvioso, y con el mar muy revuelto (sólo de ver como estaba desde el coche y pensar que en pocas horas me tenía que meter ahí dentro ya se me ponían los pelos de punta). Al llegar, Arancha y yo fuimos a recoger el dorsal (y de paso me di el capricho de comprarme la sudadera del Challenge), paseamos por la expo y nos fuimos al apartamento donde habíamos quedado con Sara y Laura. Sobre las nueve de la noche, bajamos los cuatro a cenar a la Mediterranean Party. Estuvo bien aunque no pensaron demasiado en los vegetarianos y toda la pasta que había era en ensalada con atún, jamon york, queso… así que me tuve que conformar con cenar una ensalada verde y un par de panecillos (bueno, y dos trozos de bizcocho).

Sábado 05/10.- Último entreno antes del gran día. Amaneció soleado así que salí en bici 25’19” para hacer 11,52 km a una media de 27,3 km. Creo que en la N-II no cabían más ciclistas. Como nota negativa, noté que la rueda de atrás me rozaba con el freno así que por la tarde, en el check in, Pedro de SBR me la ajustó. Menos mal!

Domingo 06/10.- Aquí no quiero enrollarme demasiado porque para eso estará la crónica que quiero escribir en los próximos días y donde espero no dejarme ningún detalle. De momento basta con decir que todo salió bien, que fue un día inolvidable en muchos sentidos, que terminé en 10h49'24" y que ahora sí, después de muchos meses entrenando y de varios años con este objetivo en mi cabeza, soy un "atleta de hierro" con todo merecimiento. Ahora toca saborearlo unos días, descansar, recuperarme y empezar a pensar en el futuro. Gracias a todos otra vez por el apoyo y los ánimos que me disteis en persona y a través de facebook y twitter. Se agradecieron mucho! 

 

viernes, 4 de octubre de 2013

Challenge Barcelona Maresme, la previa

A menos de 48 horas para que de comienzo la quinta edición del Challenge Barcelona Maresme, creo que es un buen momento para hablar de cómo me siento y que espero de la carrera y para hacer balance de lo que han dado de sí estos casi diez meses de entrenamiento. Antes de nada, me gustaría decir que pase lo que pase el domingo, todo este tiempo de preparación me ha encantado. He aprendido mucho sobre mí y he sentado unas bases que me servirán para seguir preparando cosas en un futuro. No voy a decir que ha sido un camino fácil, basta con echar un poco la vista atrás y recordar como empecé allá en el mes de diciembre, primero con los problemas en el pie izquierdo y luego con el accidente en bici donde me fracturé la clavícula en el febrero (curiosamente, ese tiempo de inactividad me curó el pie). Sinceramente, después del accidente y aunque todavía faltaban muchos meses, no tenía nada claro poder llegar a tiempo a esta cita. Por suerte, una vez recuperado (no al 100% porque la clavícula me sigue molestando aún hoy), la verdad es que me ha ido todo muy bien en todos los sentidos. Cero lesiones y sólo de vez en cuando alguna molestia que tal como venía se iba. Y para rematar, me tocó la inscripción del Challenge. Una cosa por la otra aunque hubiera preferido ahorrarme el accidente.

En cuanto a los entrenos, reconozco que a lo largo de todos estos meses, en muchos momentos, por pereza, por cansancio o por las dos cosas a la vez, me ha costado mucho salir a entrenar, pero puedo decir muy orgulloso que nada de eso me consiguió vencer ni un solo día y la mayor parte de ellos los he disfrutado. He cumplido con todo lo que tenía que hacer (no ha sido nada fácil cuadrar los entrenos para llegar a todo), incluso he entrenado un poco más de lo previsto (siempre con cabeza), así que, en este sentido, puedo estar tranquilo conmigo mismo y hasta relativamente confiado. Han sido muchas horas de soledad que seguro que se verán recompensadas, seguro!

Y ahora vamos a hablar ya de la competición. Mentiría si digo que me conformo con terminar. Terminar ya será un motivo de satisfacción, sí, pero he entrenado para algo más. Sé que físicamente estoy preparado para quedarme alrededor de las 10h30’, aunque realmente es hablar por hablar. Primero, porque en tantas horas pueden pasar mil cosas y, segundo, porque no dejo de ser un "debutante" en larga distancia y será fácil pagar alguna que otra novatada. De esta manera, el domingo estaré pendiente del crono pero también de disfrutar de la experiencia, porque esto al fin y al cabo es lo que será, una experiencia que espero llevar conmigo el resto de mi vida.

Nadando no espero gran cosa, me conformaría con rondar la hora y cuarto. Como es mi punto débil y esto será muy largo, me reservaré bastante y me la tomaré como un trámite. Ya habrá tiempo para recuperar algo más adelante. En bici, lo que más me preocupa es el viento. Según las previsiones no hará demasiado, así que si todo va bien y no tengo problemas de pinchazos ni nada por el estilo, espero terminar en poco más de cinco horas y media. Tengo como referencia el half del año pasado, donde hice los 90 km en dos horas y cuarenta minutos. Sé que no es lo mismo 90 que 180 km y tendré que regular un poco pensando en lo que me quedará después, pero creo que puedo estar cerca de ese tiempo que digo. En bici sobre todo es donde deberé aprovechar para comer y beber todo lo que pueda. Calculo comer una barrita cada 45’ o 50’ y tener muy en cuenta la reposición de líquidos, por lo que me llevaré cápsulas de sales minerales. En Narbonne ya las llevé y parece que me fueron bien, así que repetiré. Y corriendo… aquí ya no sé que decir. Sí, es mi mejor disciplina pero son 42km después de 180 en bici. No sé como estaré, pero además del físico será muy importante la cabeza. Creo que lo principal será ser positivo, hacer el primer medio maratón a un ritmo decente y esperar que el bajón que venga en adelante no sea demasiado fuerte. Aquí en lugar de barritas pasaré a los geles e intentaré tomarme uno nada más empezar a correr y luego otro cada 40’ o 45’. En el maratón , todo lo que sea bajar de tres horas y media será genial, pero sinceramente creo que será complicado hacer este tiempo. En fin, que la estrategia de carrera se puede resumir en tres “C”: con calma en la natación, con cabeza en la bici y con cojones corriendo…

Bueno, pues esto es lo que hay. En unas horas nos marchamos a Calella. Espero que sea un fin de semana inolvidable donde consiga lo que me planteé hace ya algún tiempo. Hace años, cuando escuché lo que era un triatlón de larga distancia, me sonó a cachondeo. Me parecía imposible que alguien pudiera hacer algo así en unas horas. Pues bien, ahora soy yo el que se va a enfrentar a esa distancia sabiendo que puedo conseguirlo, que he entrenado mucho para ello y que, además de sufrir en muchos momentos (como soy así de optimista, seguro que luego sufro más de lo que creo que voy a sufrir ahora mismo), voy a intentar disfrutar de esta carrera más que de ninguna otra hasta el momento. Esperemos que la climatología lo permita, porque de momento las previsiones no son demasiado esperanzadoras.

Para terminar con este rollo, os dejo un enlace donde se podrá seguir la carrera en directo el domingo: http://www.challenge-barcelona.es/live/14/. Yo llevaré el dorsal 424, así que aquí se podrán consultar mis tiempos de paso por los controles. Nada más, espero que la semana que viene pueda contaros muy buenas noticias. Hasta pronto!

martes, 1 de octubre de 2013

Camino hacia un sueño: Semana 42/43

Empiezan los nervios. Apenas faltan cinco días y, lo reconozco, comienzo a estar un poco “inquieto”. Supongo que es lo más normal del mundo teniendo en cuenta lo que se me viene encima, así que estos días intento llevar esa inquietud lo mejor que puedo, pensar lo menos posible y ser consciente de que estaré allí porque quiero, porque yo lo he elegido. La situación me recuerda un poco a los exámenes de la Universidad, aunque si tengo que ser sincero, lo de ir a la uni no me motivaba tanto como salir a entrenar ni hacer un examen me ilusionaba lo que lo hace enfrentarme a esto. El tema es que han sido muchos meses de “estudio” (vale, sí, es verdad que nunca he estado diez meses estudiando para un solo examen) y ahora, llegado el momento, tocará jugárselo todo a una sola carta el día de la prueba. Ahí pueden pasar mil cosas y el éxito o el fracaso dependerán de saber manejar las situaciones lo mejor posible y cometer los mínimos errores. Ya sé que la suerte, en estos casos, casi nunca es decisiva, pero ya que estamos espero contar con un poco de ella para evitar algunas cosas: caídas, pinchazos, molestias, mal tiempo... De todas formas, ahora prefiero hablar de la 42ª semana de entrenamientos, ya habrá tiempo en los próximos días de escribir una entrada haciendo un repaso a las sensaciones previas a la carrera.

En lo que entrenos se refiere, primera semana de calma, entrenando poco y suave. Acostumbrado a tanto volumen, la verdad es que me ha costado salir para hacer sesiones tan cortas. En total, algo más de ocho horas que han dado para esto:



Lunes 23/09.- Cambié el orden de los tres primeros días de entreno ya que empecé la semana con bastantes agujetas en los cuádriceps por los kilómetros a pie corridos los dos días anteriores. Así, el lunes sólo hice una sesión de 1h10’05” de rodillo para hacer 36,63 km a una media de 31,4 km/h, con alguna serie de 30” fuerte. Me sentí bien a pesar de las agujetas que tenía.

Martes 24/09.- Simplemente 1.500 metros de natación suave en 29’42”.

Miércoles 25/09.- Empecé la tarde con 32’27” de carrera a pie para hacer 7,26 km a un ritmo de 4’28”/km. Después, otros 1.500 metros de natación en 27’32”.

Jueves 26/09.- Salida suave en bici de 1h26’14” para hacer 44,25 km a una media de 30,8 km/h. Después, 20’13” de trote suave para hacer 4,31 km a ritmo de 4’42”/km.

Viernes 27/09.- Otra sesión de rodillo de 1h00’04” pasándolo realmente mal. Estaba congestionado y supongo que en algún momento forcé más de lo debido y lo pagué. Al final fueron 30,36 km a una media de 30,3 km/h. Después, otros 1.500 metros de natación suave en 29’59”.

Sábado 28/09.- Tras haber pasado una mala noche con muchos mocos y dolor de garganta, por la tarde me animé y salí a correr pero no me sentí del todo bien. Fueron 57’42” para hacer 12,65 km a un ritmo de 4’34”/km.

Domingo 29/09.- Ya un poco mejor aunque sin estar fino, salí a rodar suave un rato con la bici. Fueron 55’50” de mucho viento para hacer 26,55 km a una media de 28,5 km/h. Después, puse fin a la semana con 16’24” de rodaje a pie para hacer 3,64 km a ritmo de 4’30”/km.

La próxima semana (de lunes a sábado, se entiende) será mucho más suave que esta y el principal entreno será el descanso, la hidratación y la comida. Eso será lo realmente importante. Bueno, eso y controlar los nervios lo mejor que pueda.

En cuanto al tiempo que se espera para el domingo en Calella, ayer (y hoy) me dio por mirarlo en www.eltiempo.es y me llevé esta desagradable sorpresa. Esperemos que de aquí a allá cambie la cosa... Y si no cambia, pues habrá que tomárselo con calma.


 
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