martes, 28 de abril de 2015

Crónica 100X100 Half L'Ametlla de Mar

Arrancó la temporada de triatlón y lo hizo en el Half de L'Ametlla de Mar al que llegué con todavía muchos deberes por hacer. Puede que quizás me precipitara al inscribirme tras un invierno en el que me dediqué casi exclusivamente a correr y dejé bastante aparcado lo demás, pero como ya escribí en alguna otra ocasión, no me arrepiento (ni de inscribirme a este triatlón ni de haber dedicado tanto tiempo a preparar el Maratón de Barcelona). Lo que tenía claro es que no pretendía hacer la carrera soñada. Aún no lo merecía. Me conformaba con disfrutar y comprobar un poco en que estado me encuentro ahora mismo. Y la conclusión no puede ser otra, en estos momentos tengo un nivel muy por debajo del deseado en bici que habrá que mejorar en los próximos meses, por la cuenta que me trae.

El día no empezó demasiado bien. Después de desayunar y acabar de prepararme las cosas, tardamos más de lo esperado en salir hacia L'Ametlla de Mar (con el peque, ya se sabe), así que a falta de veinte minutos para empezar todavía no habíamos aparcado el coche y aún tenía que dejar las cosas en boxes y ponerme el neopreno, con lo que tocaría correr. Una vez conseguimos aparcar, fui corriendo al área de transición a dejarlo todo y, acto seguido, hacia la salida que se encontraba a unos 300 metros. Vaya manera de empezar la temporada! De lo de calentar un rato antes mejor ni hablamos... Con suerte pude comprobar la temperatura del agua (bastante fresquita, por cierto) y poco más. 

La salida, para no variar, fue complicada. A pesar de ser sólo unos 300 triatletas hubo bastantes golpes, sobre todo en los giros. Mi estrategia fue la de siempre, intentar buscar algún hueco para nadar lo más tranquilo posible y poco más. Y la verdad es que no me fue mal. En algunos momentos hasta pude concentrarme en nadar lo más correctamente posible. No miré en ningún momento el reloj y me sorprendí muy gratamente cuando, al salir del agua, vi que había terminado ese primer sector en unos 30'26", nadando a un ritmo medio de 1:40"/100m. Según el Garmin salieron algunos metros de menos y es más que probable que así fuera, ya que no suelo nadar a estos ritmos normalmente. De todas formas, terminé contento con el resultado. Fuera por lo que fuera, ni en el mejor de los casos esperaba terminar por debajo de 31' esos primeros 1.900 metros.




La transición fue muy larga (unos 400 metros en total) y me resultó incómodo (y doloroso) correr descalzo tantos metros por un suelo sin alfombra. Durante los primeros metros conseguí quitarme, no sin algunos problemas, la parte de arriba del neopreno, con lo cual llegué a mi bici con algo de trabajo hecho. Sin embargo, no fue una transición rápida. Tardé casi seis minutos en salir con la bici. Sin duda, otro aspecto a mejorar.

Empecé la bici mentalizado que no haría un gran parcial. Nada invitaba al optimismo: poco entreno, recorrido algo monótono y lleno de toboganes (casi 1.000 metros de desnivel acumulado en total) que impedían coger un ritmo constante, y, para rematar, mucho viento casi siempre en contra y de lado. Excepto en los 4-5 kilómetros finales de cada vuelta, donde se juntaban una ligera bajada y viento a favor y se podía correr bastante, el resto del recorrido me pareció bastante incómodo y rompe piernas. De todas formas, eso no era ninguna novedad. Estábamos avisados del desnivel del recorrido y, los que vivimos cerca de esta zona, sabemos como sopla habitualmente el viento por ahí.

Con ese panorama decidí tomármelo con calma y reservar fuerzas para correr después lo mejor posible. No quiero decir que no fuera a esforzame, ni mucho menos, pero casi daba por bueno cualquier resultado. Y la cosa tampoco salió tan mal. Fui de menos a más, dosificándome y sintiéndome especialmente bien en la tercera vuelta, aunque en líneas generales no disfruté en prácticamente ningún momento. Además de la falta de forma en bici, acusé la falta de horas sobre ella y las poco más de tres que tardé en completar los poco más de 90 km se me hicieron largas. Lo menos malo de todo es que, dentro de la mediocridad, hice un parcial de algo más 3h03' que no considero tan negativo. En las clasificaciones finales no tenemos detallados los resultados por parcial y casi que mejor, prefiero tener la sensación de que no lo hice tan mal. De momento, prefiero quedarme con esto.





La segunda transición fue mucho más rápida y en poco más de un minuto ya estaba corriendo. Me las prometía muy felices porque, a priori, la carrera a pie es mi punto fuerte y, teóricamente tenía por delante un recorrido (tres vueltas de siete kilómetros) sin apenas desnivel donde podría correr a un ritmo constante. Pero tampoco fue así. El recorrido fue un contínuo de subidas y bajadas que, durante los primeros kilómetros llevé más o menos bien pero que a partir del kilómetro doce se me hicieron cada vez más duras. Hasta entonces había estado corriendo bien, a un ritmo cercano a 4'15"/km sin demasiados problemas y con buenas sensaciones. Además, en la bici creo que había bebido y comido lo suficiente, con lo que no creo que por ahí hubiese ningún problema. El caso es que a partir de aquellos momentos se me empezaron a apagar las luces y bajé mucho el ritmo. Ya sé que estoy repitiendo mucho lo de mi falta de preparación en bici como si quisiera excusarme en eso, pero creo que mi "problema" vino por ahí. En mi opinión (y creo que no estoy descubriendo nada), en los triatlones de media y larga distancia la bici es fundamental y es donde, con una buena preparación, puedes marcar más diferencias. En mi caso, además de no conseguir un gran parcial, me bajé a correr más cansado de lo habitual y, como decía, el recorrido no ayudó mucho. Al final, terminé esos 21 km con unos 200 metros de desnivel positivo acumulado en 1h37'46", acabando algo decepcionado conmigo mismo porque corriendo la cosa tampoco fue como esperaba pero marcando un parcial relativamente bueno en comparación con el resto de triatletas.




Metros antes de mi paso por el arco, Arancha me dio a Iker y entré caminando tranquilamente a meta con él en brazos. A pesar de no ser mi mejor carrera fue bonito entrar con él. Lástima que aún no se entere. Más adelante seguro que todos disfrutamos más de todo esto. No sé si la organización hizo foto de ese momento, pero de momento aún no la he encontrado. Menos mal que Eric y Rafa, que se acercaron a L'Ametlla para animar, nos hicieron una. La resolución, al ser con el móvil, no es la mejor, pero aquí la dejo.


Al final, tiempo de 5h19'28" y posición 72 de 258 llegados a meta (resultados). Como digo, un resultado un poco agridulce pero en estos momentos esto es lo que hay. Sinceramente, creo que lo que más me dolió fue no poder mantener el ritmo corriendo y sufrir ese bajón. Lo de la bici más o menos me lo esperaba y contaba con ello pero corriendo esperaba hacerlo mejor. De todas formas y como no puede ser de otra manera, terminar un Half siempre es motivo de satisfacción y con eso me quedo, con otra gran competición terminada y una experiencia más vivida.

En líneas generales la carrera me gustó. Poco masificada, ambiente íntimo sin más adornos de la cuenta, precio ajustado, buena organización, avituallamiento final muy completo aunque olvidándose un poco de los vegetarianos... Para ser la primera edición hay que reconocer que estuvo muy bien. Por poner alguna pega, quizás los avituallamientos en la bici con sólo agua fueron algo justos y, de la misma forma que sabíamos que en bici había desnivel, corriendo creo que todos nos llevamos una sorpresa porque esperábamos un recorrido llano. Aparte de eso, todo muy correcto. Veremos si en el futuro repito y me tomo una especie de revancha.

Para terminar, os dejo los detalles de la carrera del Garmin. Ahora ya toca pensar en las próximas competiciones en la Polar Gran Fondo La Mussara (16 de mayo) y en el Challenge de Salou (31 de mayo), donde espero conseguir mejores resultados. Tocará seguir trabajando duro.

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