jueves, 29 de octubre de 2015

Camino del IM Niza. Semana 1/33. Arrancando!

Primera semana de entrenamientos completada sin demasiadas complicaciones aunque con un pequeño (espero) contratiempo de última hora. Como digo, espero que no sea nada importante pero el domingo terminé el rodaje a pie, que se me alargó un poco por cierto, con una ligera molestia en la parte interna de la rodilla derecha, a la altura de la llamada “pata de ganso”. La molestia no es para nada intensa y supongo que dejando de correr unos días será suficiente para recuperarse. No lo sé, pero a estas alturas prefiero pasarme de conservador que pecar de impaciente, así que los próximos días dejaré la carrera a pie un poco apartada y me centraré más en la bici y en nadar. Quizás es un buen momento para sentar las bases y mejorar donde más lo necesito. Veremos como evoluciona la cosa en los próximos días pero ahora vamos a centrarnos en lo que ha dado de sí esta primera semana de vuelta al "trabajo".

Dos sesiones de agua, una de bici y tres de carrera a pie para un total de 6 horas y 21 minutos. Todo, exceptuando quizás el primer día que corrí, fue a ritmos suaves y sin estar demasiado pendiente del reloj. Así quedó esta primera semana: 

Lunes 19/10.- Descanso. 

Martes 20/10.- Sesión de natación haciendo 400 calentamiento (100 braza, 100 crol, 100 crol respirando cada 3 brazadas y 100 espalda), 4x75 (10 a tope + 15 suaves + 50 pies) + 2x300 (la primera serie haciendo 25 respirando cada 3 brazadas + 25 cada 4 y saliendo del agua hasta la cintura 3 veces cada 25 metros y la segunda haciendo 25 respirando cada 4 brazadas + 25 cada 2 con 10 repeticiones de tríceps cada 50 metros. Ya para terminar, 200 metros suaves. En total fueron 1.500 metros en 33’27” terminando con los brazos bastante cansados de los ejercicios de bíceps y tríceps. 

Miércoles 21/10.- Primera sesión de carrera a pie. Sí, esta fue en la que quizás me pasé un poco, no sé si por dejarme llevar por la emoción de volver a correr o por querer demostrarme que durante el parón de dos semanas la pérdida de forma no había sido tanta, pero me pasé. Fueron 40’02” de rodaje para terminar con 9,15 km, a un ritmo medio de 4’22”/km y metiendo 3 series de 1’ a ritmo alegre (3’35”, 3’41” y 3’36”). Creo que no tocaba, pero bueno. 

Jueves 22/10.- Con muchas agujetas, volví al agua y compartí entreno con Xavi. Hicimos 1x500 (repitiendo dos veces 200 crol + 50 pies) + 6x150 (50 técnica + 50 crol + 25 progresivos + 25 suaves) haciendo la 1ª y la 4ª en punto muerto, la 2ª y la 5ª tocando cadera y la 3ª y la 6ª con el codo alto. Al final, y como habitualmente, 200 suaves para enfriar. En total, 1.600 metros en 32’21”. 

Viernes 23/10.- Aún con agujetas por los excesos del miércoles, rodaje a pie muy tranquilo por el bosque haciendo 9,33 km en 45’21” a un ritmo medio de 4’52”/km. Entreno cómodo y entretenido, lástima del dolor de piernas.

Sábado 24/10.- Primer contacto con la bici y entreno compartido con Eric, Pau, Juan y Manolo. La idea era rodar en llano, suave y con bastante cadencia y en esas nos mantuvimos. Ellos alargaron algo más el entreno ya que llevan algunas semanas más de rodaje y yo me planté en 2h30’35”, haciendo 69,24 km a una media de 27,6 km/h. Salieron unos 500 metros positivos, una cadencia media de 93 rpm y unas pulsaciones medias muy bajas de tan solo 118 ppm. 

Domingo 25/10.- A pesar de ser un entreno opcional, salí a correr. La idea era estar más o menos una hora en plan muy suave por la montaña. Y empecé bien. Los primeros 7 kilómetros los hice por el principio del recorrido del UTTGN que hice algunas semanas antes, es decir, por rocas y arena de playa. En la playa larga crucé la carretera y fui por asfalto hasta casa, calculando mal el tiempo y pasándome casi 20’ de lo que esperaba hacer. Al final, 15,30 km en 1h19’55” a un ritmo medio de 5’13”/km. No tuve unas sensaciones demasiado buenas y, encima, fue cuando me empezó a molestar la rodilla.

Y para despedir la semana, después de correr cogí a Iker y juntos nos dimos un paseo en bici muy entretenido. Fue su segunda salida y no sé quien de los dos disfrutó más.




En los próximos días veremos como evoluciona la molestia de la rodilla y en función de eso me centraré en unas cosas o en otras. Pero como ya he dicho, con calma, que esto acaba de empezar y el camino hasta Niza es muy largo. Hasta la semana que viene!!!

miércoles, 21 de octubre de 2015

Quinto aniversario del Blog


Ya estamos aquí, un año más, para celebrar el aniversario del blog. Y ya van cinco, que se dice pronto. Puede que me repita más que el ajo pero el día que lo inauguré no pensaba que conseguiríamos lo que estamos consiguiendo, ni él, ni yo. Ya sé que todo es relativo y no voy a pensar que he conseguido grandes logros, pero sinceramente, sí que van mucho más allá de lo que hubiese esperado jamás. Ya sé que ahora esto no tiene nada que ver con el blog ni su cumpleaños, pero se puede decir que hemos "crecido" juntos y casi todo lo vivido durante estos últimos cinco años y relacionado con el deporte, está contado aquí. Para no enrollarme demasiado y resumirlo en pocas palabras, quizás en una sola, lo que siento hoy tras estos años es orgullo. Y no es un orgullo en plan prepotente no, es un orgullo en plan satisfacción. Estoy orgulloso y encantado de haber vivido y compartido mis experiencias de estos últimos cinco años con todos vosotros a través de este blog. Lo único que ahora espero es poder seguir haciéndolo durante muchos años más y que, por supuesto, vosotros me acompañéis durante el viaje. Creo que hay poco más que añadir. Ya se sabe, lo bueno, si breve... Por todo ello, me despido con un gran ¡¡¡muchas gracias a tod@s!!! Hasta pronto.

martes, 20 de octubre de 2015

Inicio de la temporada 2015-2016


Hoy echa a andar la temporada 2015-2016. Una temporada que tiene pinta de ser la más apasionante de todas las que he vivido hasta ahora. Supongo que los retos planteados y la ilusión por afrontarlos de la mejor manera posible hacen que este inicio sea muy motivador. Luego saldrá lo que saldrá, entrenaré y competiré mejor o peor, pero la ilusión por empezar visualizando el “éxito” en todas y cada una de las competiciones en las que participaré la próxima temporada ya no me la quita nadie. Y que conste que hasta ahora sólo tengo planes hasta el 5 de junio de 2016 y no me he propuesto nada más lejos de esa fecha, así que ni yo todavía sé que haré después de eso. Aún así, el calendario promete. Vayamos por partes...

...Y empecemos por el final. Supongo que muchos ya lo sabréis pero el próximo 5 de junio de 2016 tengo una cita con el Ironman France que se celebra en Niza. Por supuesto, ese será el gran reto de la temporada y del año y todo girará entorno a conseguir un buen resultado allí. Sé que no es un Ironman rápido y que hacer marca personal en esta competición estará difícil, pero tampoco es algo que me preocupe. Creo que el recorrido ciclista, además de ser muy bonito (según lo que he visto, leído y oído) y a una sola vuelta, le va bien a mis características. Será mi reencuentro con la larga distancia tras dos años sin enfrentarme a ella y espero llegar mucho mejor preparado física y mentalmente que en aquel entonces. Para eso habrá que entrenar duro y es en bici donde quiero intentar dar un salto de calidad. Para ello, mientras camino hacia el Ironman tengo previsto participar en tres marchas cicloturistas: el 3 de abril en el Gran Fondo Barcelona (140 km y 1600+), el 16 de abril en la Canyon Cambrils Park (184 y 2900+) y el 14 de mayo en la Polar Gran Fondo La Mussara (189km y 3200+), ésta última a sólo tres semanas de Niza.

Pero además del Ironman y de estas tres marchas cicloturistas, el primer plato fuerte de la temporada llegará pronto, en febrero, cuando correré el Maratón de Sevilla. Aquí no buscaré marca pero sí que me gustaría volver a bajar de las 3 horas. Ya veremos como llego y cuales son las sensaciones.

Y en cuanto al triatlón, a falta aún de confirmar otras posibles opciones (me gustaría llegar a Niza con al menos un par de Halfs hechos), lo que es seguro es que el 24 de abril estaré en el Triatlón MD Peñíscola, una carrera que aún no conozco pero de la que todas las referencias que tengo son muy buenas.

Más adelante valoraré otras opciones pero de momento esto es lo que tengo en mente hasta junio. Además de eso, también haré varias medias maratones como Tarragona, Salou, Cambrils, Valls... Supongo que no las haré  todas e iré un poco sobre la marcha.

Pues en cuanto a calendario, esto es lo que hay a día de hoy. Con el paso de las semanas y de los entrenos se pueden ir añadiendo y quitando cosas pero, como ya he dicho antes, todo estará enfocado al Ironman de Niza. Lo que tengo claro es que este año no me planteo mejorar marcas en mis carreras a pie. El entreno de larga distancia estará enfocado a otras cosas y aunque haga entrenos de calidad, veo muy difícil mejorar mis tiempos en 10, 21 o 42 km.

En cuanto a los entrenos, como decía, empezaré hoy con una sesión de natación. Estas dos semanas de descanso creo que me han venido bien para desconectar, recuperarme bien y para echar de menos el deporte. Buena señal. Esta será la tercera temporada que contaré con Òscar como entrenador. Nos conocemos cada día mejor y estoy convencido que aún puedo mejorar mucho con sus entrenos. Creo que quien más tiene que poner de su parte soy yo, así que tocará “currar” como nunca. Tengo una cuenta pendiente con la bici y espero saldarla esta temporada y dar ese tan ansiado paso adelante.

Y por último, en cuanto a la alimentación, sigo en la misma línea (llevo tres años como vegetariano y cada día estoy más convencido y más feliz de mi decisión) y, por llamarlo de alguna manera, me estoy acercando a una dieta “veggie paleo”, evitando en la medida de lo posible azúcares y granos refinados. Durante unos días estuve valorando la posibilidad de suprimir todo el glúten de mi dieta, pero de momento sólo lo voy a limitar ya que tampoco siento que me vaya mal, al menos aparentemente. Además, soy un “enamorado” de la avena y quizás me costaría bastante dejarla. Lo que sí haré es darle más importancia a otros cereales o pseudocereales como la quinoa, el amaranto, el mijo o el trigo sarraceno, libres de glúten. Aunque vaya un poco por libre y no cuente con la ayuda de ningún nutricionista que revise mi alimentación, en estas semanas de descanso me he diseñado una tabla con el menú semanal que espero que me ayude a conseguir todos los nutrientes que necesito para llevar a cabo mis entrenamientos sin problemas y, además, me evite tener que pensar qué comer cada día. Creo que es bastante equilibrada y, en todo caso, seguro que mejora lo que hacía hasta ahora.

Nada más. Esta ha sido mi presentación de la temporada 2015-2016. De momento 33 semanas por delante hasta el 5 de junio. Queda mucho tiempo (aunque luego vuele) y estoy convencido que tengo mucho margen de mejora. Ironman France, allá vamos!!!


jueves, 15 de octubre de 2015

Resumen de la temporada 2014-2015

Con el tan deseado y merecido descanso en el que vivo inmerso durante esta última semana y media, es un buen momento para recapitular y ver cuánto ha dado de sí esta temporada a lo largo de sus cincuenta semanas, analizar lo bueno y lo menos bueno (soy optimista y no quiero ver nada malo) y sacar alguna que otra conclusión de cara al futuro.

Para empezar, y viendo el vaso medio lleno, he de reconocer que esta temporada ha sido mucho mejor de lo que esperaba en un principio, ya que no tenía demasiadas esperanzas puestas por dos razones. La primera, por el nacimiento de Iker. En el tema deportivo, tenerle ha supuesto tiempo, cansancio y sueño acumulado y algo de dificultad añadida a la hora de cuadrar entrenamientos, pero poco más. Puede que el seguir entrenando me haya restado tiempo que compartir con él, pero a pesar de todo, considero que he dispuesto del necesario para no descuidar mis obligaciones y para disfrutar de una experiencia muy enriquecedora en todos los sentidos. En este caso, cualquier sacrificio a la hora de cambiar y adaptar entrenos por él, la persona más importante de mi vida, ha merecido la pena. Conclusión: si se quiere, se puede, aunque haya que sacrificarse más de lo deseado. Y el segundo tema por el que no esperaba o no tenía una gran ilusión puesta en esta temporada, era la ausencia de un triatlón de larga distancia en el que competir. Quizás una cosa fue ligada a la otra y teniendo en cuenta que el peque llegaría en noviembre y los primeros meses presentíamos que serían especialmente duros, opté por dejarlo para otro momento. Puede que eso restara motivación, pero estoy convencido de que hice bien. No quería perderme muchas cosas ni, por supuesto, presionarme más de la cuenta y convertir una afición y algo que hago porque me gusta y me llena en una especie de obligación. Así,

A cambio de no hacer larga distancia, busqué alternativas que me llenaran y, por supuesto, las encontré, centrándome en el Maratón de Barcelona del mes de marzo y planteándome ese reto de ser sub 3 horas. El camino hasta Barcelona no fue fácil aunque, sin que pueda parecer prepotente, sí más de lo esperado, consiguiendo el objetivo con relativa facilidad (y muchísimo margen; 2h51’37”) y disfrutando como pocas veces durante toda la carrera. Además, por el camino fui consiguiendo marcas personales en 10 km (Aranjuez; 36’54”) y en medio maratón (Cambrils; 1h21’29”). Casi puedo decir que Iker, en lugar de traer un pan, trajo un montón de marcas personales bajo el brazo. Esa marca en el Maratón de Barcelona fue, quizás, la satisfacción más grande de toda la temporada.

A partir de marzo, con la temporada de triatlón cerca y habiéndole pillado el “tranquillo” a eso de ser padre, me dediqué a preparar cuatro triatlones de media distancia: L’Ametlla de Mar, Salou, Balaguer y Menorca, todos ellos muy diferentes entre sí y consiguiendo una nueva marca personal en Salou parando el crono en 4h41’20”.

Esta temporada, además, he tenido la suerte de saborear lo que es subir al podio. Lo hice en los 10K de la Canonja, terminando primero del club, y lo debería haber hecho en el Speed Trail de Tarragona (21K), donde quedé tercero de mi categoría pero no subí porque me fui antes de tiempo sin ser consciente de ello. También me quedé muy cerca del podia en el Cros de Torredembarra y, de no equivocarme en el recorrido, lo hubiera hecho en el Trail de Creixell, pero eso ya son suposiciones.Todo esto en cuanto a resultados.

Otro tema por el que estoy muy satisfecho es por como me han respetado las lesiones. No lo diré muy alto, por si acaso, pero igual que el año pasado, no he tenido ninguna y he podido entrenar sin molestias ni impedimentos durante todas las semanas de la temporada. No sé si influirá la adaptación del cuerpo a tantas horas de entrenamiento, la alimentación que sigo o incluso la suerte, pero llevo muchísimo tiempo sin problemas musculares ni articulares y eso siempre es de agradecer. A veces no lo valoramos lo suficiente pero mantenerse sano y no lesionarse es lo más importante de todo. Espero y deseo poder mantenerme así durante toda la temporada que viene y muchas más.

Y tras tantas buenas noticias y cosas que celebrar, un lunar: la bici. Como ya he dicho en otras ocasiones, la considero la parte más importante en un triatlón de larga distancia y en la que más lejos estoy de donde me gustaría. Es verdad que este año no he empeorado y que la he entrenado muy poco (apenas 130 km por semana de media), pero no me quedo satisfecho. El caso es que sigue pasando el tiempo y todo sigue igual. No sé cual es la solución pero tarde o temprano daremos con ella. Estoy convencido (a pesar de que creo que esto ya lo he dicho en varias ocasiones…).

En cuanto a números y para los amantes de las estadísticas, esta temporada he entrenado un total de casi 477 horas, nadando unos 240 km (menos de 5.000 metros semanales), pedaleando unos 6.800 km (como ya he dicho, algo más de 130 semanales) y corriendo algo menos de 2.000 km (unos 39 semanales). Como veis, no son cifras desorbitadas y no me he dedicado a hacer el bruto. Puede que eso tenga bastante que ver con lo de no lesionarme. Aún así, pienso que nadando y en bici la cosa ha quedado un poco floja…   

En definitiva, creo que puedo decir que a pesar de no haber competido en ningún triatlón de larga distancia (no todo va a ser eso), esta temporada ha sido, en líneas generales, la mejor que he hecho hasta ahora. Faltan muchas cosas por mejorar y seguro que mi mejor carrera aún está por llegar, pero termino contento y, lo más importante, con ganas de seguir sumando competiciones, experiencias y logros, por pequeños que sean. Ahora, tras este descanso de dos semanas en el que he aprovechado para hacer una necesaria desconexión del deporte, el próximo lunes 19 de octubre empezaré una nueva temporada con energía renovada y con más ganas que nunca. Las personas más cercanas a mí ya conocen cuales son los próximos e ilusionantes objetivos pero, a los que no, os mantendré informados en la próxima entrada. En cuatro días arrancamos!!!

jueves, 8 de octubre de 2015

Crónica Gran (Medio) Fondo Tarragona

Y por fin llegó el día de cerrar la temporada compitiendo (aunque en realidad se tratara de una marcha cicloturista) en la segunda edición del Gran Fondo Tarragona. Curiosamente, con el cambio de fecha de esta marcha (el año pasado se celebró el 1 de noviembre), puedo decir que he terminado la temporada igual que la empecé. El año pasado a esas alturas estaba retomando los entrenamientos y preferí hacer el recorrido corto. Y este año tres cuartos de lo mismo pero al revés, con todo el trabajo ya hecho y con ganas de terminar la temporada, también consideré más adecuado hacer el recorrido corto de 107 km. Tengo que decir que esta marcha no estaba en mis planes hace algunas semanas y participé porque Òscar, como presidente del Club Ciclista La Riba, que colaboró con la organización de la marcha, me regaló la inscripción. El caso es que finalmente estuve allí y disfruté del ciclismo como pocas veces.

El domingo había quedado media hora antes del comienzo de la marcha con José Luís en el centro de Tarragona. Desde allí bajamos tranquilamente en bici hasta la salida y aprovechamos para calentar un poco. Cuando nos colocamos para salir, atrás de todo por cierto, me encontré con Xavi (nos hicimos una foto) y Judith, nos deseamos una buena carrera y a las ocho y media empezamos a pedalear. Los primeros kilómetros fueron muy lentos por dentro de la ciudad. Entre las dos marchas éramos unos 700 ciclistas y habiendo empezado desde atrás la cosa resultaba muy complicada. Sin pretender ir rápido (ya habría tiempo para eso) a José Luis y a mí nos resultaron incómodos esos primeros kilómetros por Tarragona, pero la cosa cambió cuando por fin salimos a la carretera. En ese momento cambiamos el ritmo, empezamos a rodar algo más rápido y fuimos adelantando a bastantes ciclistas. A pesar de eso iba cómodo, controlando de vez en cuando las pulsaciones, cosa que no suelo hacer mucho, y sin notar demasiado esfuerzo.

El recorrido era de sobras conocido ya que es por estas carreteras donde entreno la mayoría de las veces (Els Pallaresos, Perafort, La Secuita, Vallmoll, Picamoixons,…). En todo este tramo, a pesar de ser en ligera y constante subida, no hubo demasiadas complicaciones y rodando en grupo se hizo bastante fácil y ameno. En La Riba, sobre los 40 km de marcha, empezaron los desniveles un poco más complicados. Para empezar, hasta la entrada a La Riba tuvimos que superar una larga subida que, sin ser especialmente dura, me resulta siempre muy incómoda. Después, ya en La Riba, subimos por sus empinadas calles en dirección a Farena. Y para rematar, a la salida del pueblo empezaba la crono hasta el Pinetell, no sé exactamente de cuantos kilómetros. En ese tramo aceleramos un poco el ritmo y las pulsaciones. Fue el único momento en todo el recorrido en el que me apreté y hasta sufrí un poco. En bici siempre acostumbro a ir muy bajo de pulsaciones y en la crono estuve varios minutos por encima de las 160 ppm, algo muy poco normal en mí. Fui casi todo el rato con José Luís aunque reconozco que en ese momento estuvo mejor que yo. En los últimos metros de la crono se me escapó varios segundos y finalmente la finalizó 10” por delante de mí. Terminé el tramo cronometrado en 18’29”, consiguiendo la posición 24 de 348 ciclistas.

Finalizado el tramo cronometrado, poco después de haber pisado la “alfombra” de control del chip, nos encontramos la carrera parada en el avituallamiento de Farena. Se había decidido intentar neutralizar un poco la marcha y parar unos minutos para reagrupar a los máximos ciclistas posibles. El parón no fue muy largo pero lo aproveché para saludar a Òscar, que como colaborador estaba en ese avituallamiento, y para rellenar uno de mis bidones con isotónico. Pocos minutos después, reanudamos la marcha y, esta vez sí, José Luís y yo nos colocamos algo mejor que en la salida.

En la reanudación el recorrido continuaba subiendo. Todavía teníamos por delante el tramo con más pendiente de toda la marcha. Es una subida de, como mucho, dos cientos metros pero sin saber exactamente que grado de pendiente tiene, seguro que ronda los 12 o 13%. La subimos (relativamente) rápido y poco después llegamos al cruce donde se separaban los dos recorridos, el de 107 km y el de 160 km. Nosotros giramos a la izquierda y continuamos subiendo en dirección a Mont-ral, donde por fin cambiaba el panorama y tocaba disfrutar, casi hasta el final, de unos cuantos kilómetros muy rápidos de bajada.

La bajada del puerto fue muy rápida. Yo, que no bajo demasiado bien, mantuve un buen ritmo y pude seguir sin muchos problemas a José Luís. Ganamos alguna posición aunque también nos adelantó algún que otro ciclista. Muchos bajaban realmente rápido. Pero para mí, que tampoco soy buen rodador y que no me acaba de gustar ir en grupo, el tramo de carrera que más me gustó, paradójicamente, fue el que empezó una vez llegados a Alcover. Durante esos últimos kilómetros de marcha formamos un grupo de ocho o diez ciclistas y nos pusimos a rodar bastante rápido todos juntos. Es verdad que no todos tiramos lo mismo del grupo y varios ciclistas no hicieron el más mínimo intento de dar un relevo, no sé si por comodidad o por que ya iban cansados. El caso es que delante sólo nos fuimos turnando cuatro o cinco.

Y así hasta llegar a Tarragona. A esas alturas algunos ya se habían descolgado del grupo y sólo quedábamos cuatro ciclistas. Al llegar al paseo de la Playa del Milagro ya se olía que todos buscábamos terminar al sprint, y así fue. Acabamos la marcha con unos últimos metros a tope muy divertidos y José Luís, según la clasificación, entrando un segundo por delante de mí. El tiempo final que sale en la web difiere un poco del que recibí por sms en el móvil. Así, mientras en uno pone 3h45’18” (sms), en el otro pone 3h47’31” (resultados). Para más diferencias, mi Garmin, que paré mientras estuvimos en el avituallamiento de Farena, marca 3h41’27”, es decir, que el crono oficial no se paró en ningún momento. Anécdotas aparte y cogiendo el tiempo final oficial de 3h47’31”, finalicé la marcha en la posición 32/348 y quedándome a poco menos de siete minutos del primer clasificado. Terminé muy contento y, lo mejor de todo, con la sensación de haber disfrutado muchísimo durante prácticamente toda la marcha.

Ahora, como siempre, os dejo unas cuantas fotos del día y los resultados del Garmin.
 
 

Pues ya está, temporada 2014-2015 liquidada. Es hora de hacer balance de estas últimas 50 semanas de entrenamientos y competiciones, disfrutar de lo conseguido, preparar el calendario de la temporada que viene y empezar a planificar la hoja de ruta de lo que deberá ser una nueva y apasionante temporada 2015-2016.

viernes, 2 de octubre de 2015

Crónica Speed Trail Tarragona (UTTGN)

Tan solo seis días después de haber participado en el Half de Menorca, llegaba una nueva competición, esta vez al lado de casa. Se trataba de la primera edición del Ultra Trail Tarragona, con cuatro distancias de 12, 21, 42 u 84 km a elegir. Acertada o desacertadamente decidí hacer la de 21 km. Puede que lo más sensato hubiera sido hacer la más corta, pero finalmente opté por la modalidad llamada Speed Trail Tarragona. Lo que tenía claro es que no llegaría en el mejor de los momentos, ya que seis días de descanso tras un half no creo que fuera suficiente para volver a estar en plenas condiciones físicas aunque aparentemente me sintiera bien. El caso es que eso daba igual, era una carrera atractiva, al lado de casa y, además, gracias a mi entrenador que colaboró con la organización, todos sus "pupilos" tuvimos un precio especial. Demasiadas cosas como para decir que no a esta carrera.

Durante la semana realmente entrené poco. Incluso menos de lo previsto. Sólo hice dos rodajes a pie cortitos, uno el martes, aún en Menorca, para comprobar que todo estaba en orden tras el half y otro muy suave el viernes por la tarde pocas horas antes de la carrera. De lo demás, nada. Quizás debería haber hecho un par de sesiones suaves en el agua para intentar acelerar un poco la recuperación pero por unas cosas o por otras me fue imposible. De todas formas, creo que lo más importante era sentirse lo más descansado posible, tanto física como psicológicamente, el día de la carrera.

Y llegó el sábado. Mi carrera empezaba a las nueve y como la salida, en la Plaça de la Font, apenas estaba a 500 metros de casa, no me levanté excesivamente pronto. Desayuné tranquilo y sobre las ocho salí de casa para recoger el dorsal y la bolsa del corredor. Fue tan rápido que después de recogerlo todo aún me dio tiempo de volver a casa a dejar las cosas. No tuve que usar ni el guarda ropa. Una vez hecho todo ya sí, volví a la Plaça de la Font y después de pasar el control del material, en nuestro caso móvil con la batería cargada y sistema de hidratación, me situé en la línea de salida. La verdad es que iba un poco a ciegas en esta carrera. No me había preocupado demasiado por conocer el recorrido. Únicamente sabía que empezábamos corriendo por las diferentes playas de Tarragona y que en total tenía unos 700 metros de desnivel positivo. Lo demás era todo una sorpresa. Con lo que me la jugué, por llamarlo de alguna manera, es con el calzado. En lugar de ponerme las zapatillas de trail, algo más pesadas, decidí usar las Asics Cumulus, de asfalto y con las que me siento muy cómodo. Lo hice convencido de que el recorrido no sería demasiado técnico y creo que acerté, a pesar de que en algunos momentos, sobre todo corriendo por tramos de piedras, no me hubiera ido mal llevar un calzado más apropiado. Comento esto porque antes de la salida me estuve fijando y casi todos los corredores llevaban calzado de montaña, cosa que me generó algunas dudas.

Según lo previsto, a las nueve dieron la salida y empezamos a correr. Desde la plaza del Ayuntamiento nos dirigimos enseguida al Anfiteatro para, poco después, llegar hasta la playa del Milagro donde empezaba verdaderamente el trail. Allí, empezamos a bordear la costa por caminos, por llamarlo de alguna manera, con mucha roca. Mira que paso veces por allí corriendo por el paseo y nunca se me había ocurrido que también se podía hacer por las rocas, qué duro y que entretenido es! Intenté ir con cuidado, sobre todo para no torcerme los tobillos, ya que soy muy dado a ello cuando corro por montaña, y por suerte salí vivo de aquel primer tramo. Luego llegaron los tramos por la arena de las diferentes playas, atravesando toda la Arrabassada y toda la Savinosa y parte de la Larga donde pude aumentar un poco el ritmo. A mitad de la playa Larga, más o menos, giramos a la izquierda y, atravesando una urbanización, nos adentramos en el bosque. En ese momento llevábamos algo menos de seis kilómetros de carrera. Hasta ahí había ido regular. Las piernas no tiraban lo que quería aunque el ritmo era aceptable. No sabía mi posición exacta dentro de la carrera pero estaba casi seguro que entre los diez primeros. Pasando por esa urbanización adelanté a un corredor, al que fui recortándole bastante distancia mientras corríamos por la arena de la playa, y a partir de ahí empezó para mí una carrera prácticamente en solitario. Eso como siempre tiene dos caras. La buena es que cuando vas solo, muy solo como era el caso, normalmente es porque estás en los primeros puestos de carrera. Por contra, en la montaña, donde es más fácil confundirse de camino (y más cuando el que corre soy yo) yendo solo si cometía algún error me podía costar muy caro.

Como decía, hasta ese momento no me había sentido especialmente bien, pero a partir de entrar en el bosque la cosa cambió. Me empecé a sentir muy bien, ligero y con fuerzas para apretar cuando hacía falta. En el kilómetro nueve, aproximadamente, paré unos segundos en el primer avituallamiento y rellené mi bidón de Powerade hasta la mitad. No hacía un calor terrible pero iba empapado de sudor, tanto que mi dorsal se me estaba deshaciendo. En el avituallamiento aproveché para echar un poco la vista atrás y vi que no tenía a nadie cerca. Poco después de la zona de avituallamiento empezó una subida y un voluntario que había al inicio de la misma me animó y me dijo que tenía a poco más de un minuto a un par de corredores. Eso me animó y subí con ganas. Al final de la subida había gente animando y comentándome lo mismo que el otro voluntario, así que tenía que intentar darles caza. Pero la alegría duró poco. Al empezar la bajada, en un cruce no vi las señales (porque estar, estaban) y en lugar de girar a la izquierda por un sendero, continué bajando por una pista, que era más fácil. Ole yo! Y seguí hasta que alcancé a un ciclista y a dos chicas que iban corriendo por esa pista y les pregunté si por ahí pasaba la carrera. Me dijeron que no, que tenía que volver a subir y girar hacia la derecha. Rápidamente me di la vuelta y subí por donde había bajado. Mientras subía me volví a encontrar al corredor que había adelantado poco antes, que también se había confundido, y juntos nos pusimos a buscar el camino correcto. Lo encontré bastante rápido, grité al otro corredor para indicarle el camino correcto y a continuación seguí mi camino nuevamente en solitario. Dentro de lo malo, el despiste no me había costado perder ninguna posición pero si entre tres y cuatro minutos que hubieran valido su peso en oro.

Continué corriendo a buen ritmo y disfrutando mucho del recorrido, en esa parte de la carrera bastante cómodo y rápido. Lo de alcanzar a los corredores que tenía delante, con el error que había cometido, quedó en algo impensable y dejé de ni siquiera planteármelo. Sobre el kilómetro catorce tocaba encarar una larga subida que tardé unos diez minutos en coronar. A partir de ahí empezaba el tramo más rompe piernas del recorrido, con cuatro zonas de sube baja que hicieron algo de daño. A partir del kilómetro dieciocho me empezaron a abandonar las fuerzas. Empecé a sentirme cansado y cada subida me costaba una barbaridad. Lo menos malo era que a esas alturas el final estaba cerca, o eso pensaba, y cuando llegamos al camino del Loreto, ya muy cerca de Tarragona, pensé que ya lo tenía hecho. Pero no fue así, los kilómetros continuaban pasando y en el 21, supuestamente cuando ya debería haber terminado, aún estaba metido en el bosque. Si no hubiera sido porque a esas alturas me había empezado a encontrar con gente de la distancia más corta y nuestros caminos se juntaban al final, hubiese empezado a pensar que me había equivocado. Esos metros finales se me hicieron muy largos. Me costaba correr en las subidas, por pequeñas que fueran, y caminé más de la cuenta. Qué rabia! Además, por momentos estuve desorientado y perdí las referencias de lo que podía quedar para terminar, cosa que me desconcertó un poco. Muy pasado el kilómetro 22 por fin llegamos a Tarragona por un camino que no conocía y nos plantamos delante del Campo de Marte. Ahora sí, el final estaba muy cerca. Corrimos los últimos metros por el Campo de Marte y, poco después cruzamos el portal del Roser para llegar a la meta situada en la Plaça de la Font. En los metros finales me esperaba Arancha con Iker y, tal como hicimos en Menorca y Balaguer, le subí a hombros, entré con él a meta y le pusieron la medalla.

Paré el crono en 2h04’13” para completar un recorrido de, según mi Garmin, 23 kilómetros. Pero la sorpresa aún estaba por llegar. Como he dicho antes, desde el principio perdí referencias y no sabía exactamente en que posición me encontraba. Pues bien, finalmente entré en meta en sexta posición de la general y quinto de mi categoría (resultados), cosa que no me esperaba. Además, el quinto clasificado entró apenas 40” antes que yo. Lástima del error y de haber caminado más metros de la cuenta en zonas no excesivamente complicadas de los kilómetros finales, sino podría haber ganado una posición más y quien sabe si bajar de las dos horas. De todas formas, esto ya son cosas que no se sabrán nunca. El año que viene intentaré volver a hacer esta carrera para salir de dudas, pero al margen de todo esto, el resultado es para estar muy contento teniendo en cuenta lo poco que entreno por montaña y el escaso descanso que había tenido después del Half Menorca.

Como guinda al pastel, y al margen de los tres primeros clasificados, que tuvieron su trofeo dentro de la clasificación general, a los tres siguientes nos dieron una copa como primeros de nuestra categoría, por lo que me llevé un trofeo como tercer clasificado. La lástima fue que, al no esperarlo, nos fuimos a casa antes de la entrega de premios y me perdí lo bonito de subir al podio. Cuando me lo comentaron me dio mucha rabia pero al menos la organización me entregó la copa esa misma tarde. Al igual que yo, participaban en la carrera muchos de los atletas que prepara Òscar, todos con resultados muy buenos. En la distancia más corta participaron Alba, Carlos, Cesca y Carles, subiendo estos tres últimos al podio como de los tres primeros clasificados de sus categorías. En los 42 km también tomaron parte David, Joanra y Raul, entrando juntos a meta y terminando el maratón todos por debajo de las cinco horas. Fue una gran jornada para todos nosotros.

En lo que respecta a la organización, tengo que decir que esta ha sido, sin ninguna duda, una de las carreras mejor organizadas que he hecho nunca. Avituallamientos suficientes durante la carrera, avituallamiento final muy completo (sin olvidarse de los vegetarianos/veganos), medalla, camiseta, fotos y videos de llegada a meta gratis, seguimiento de la carrera online, recorridos muy divertidos y perfectamente señalizados (y eso que había cuatro diferentes),… Desde luego, espero que en los próximos años se siga haciendo (y creciendo) porque ha sido ejemplar.

Termino ya. Os dejo con las fotos de la carrera y con un pequeño vídeo que ha montado la organización de apenas minuto y medio (aún falta el definitivo) donde tengo la suerte de salir unos segundos. Como siempre, también os dejo los resultados del Garmin.

 
 
 
 
 




Ahora, para despedir la temporada, ya sólo falta el último esfuerzo este próximo domingo en el Gran Fondo Tarragona (107 km). Habrán sido un total de cincuenta semanas consecutivas de entrenos y competiciones que cerraré cansado pero con ganas de más y, sobre todo, muy satisfecho por todo lo conseguido y vivido. La semana que viene espero escribir la crónica del Gran Fondo y un pequeño resumen de todo lo que ha dado de sí esta temporada 2014-2015.
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